lunes, 1 de abril de 2019

El Reino Unido compró un costoso escudo antimisiles para instalar en Malvinas


El Reino Unido compró un costoso escudo antimisiles para instalar en Malvinas de origen israelí

Invirtieron 153 millones de libras para “actualizar los sistemas obsoletos en las islas”.

El Reino Unido compró un costoso escudo antimisiles de origen israelí para proteger las Islas Malvinas, luego que la Argentina anunciara la compra a Francia de cinco aviones de combate "Super Étendard".

De acuerdo a lo informado, el sistema conocido como Sky Sabre, que actualmente Israel utiliza para proteger sus fronteras, es capaz de interceptar cohetes de corto alcance y proyectiles de artillería y fortalecerá las defensas antiaéreas alrededor de las Islas Malvinas.

El escudo antimisiles, que le costó al gobierno británico 78 millones de libras (más de 100 millones de dólares) forma parte de un paquete que el ministerio de Defensa británico anunció a fin del año pasado, con un valor de aproximadamente 153 millones de libras, para "actualizar los sistemas obsoletos en las islas", según el diario británico.

En cuanto a su funcionamiento, el Daily Mail precisó que era un sistema "costoso de implementar", ya que "cada batería cuesta alrededor de 29,8 millones de libras, y cada intercepción 22,66 millones de la moneda británica".

El nuevo sistema utiliza tecnología desarrollada por el Iron Dome, que derribó con éxito cientos de cohetes lanzados a Israel desde la Franja de Gaza en 2012. Su función principal es la de actuar como "un cerebro" que conecta diferentes objetos como estaciones de radar, lanzadores de misiles y aviones.

El Ministerio de Defensa británico otorgó un contrato de 78 millones de libras a Rafael Advanced Defense Systems, que está trabajando con la la firma Mprest, para establecer una defensa similar en las Islas Malvinas.

Según el periódico, la decisión de los funcionarios británicos de elegir el producto de Mprest para defender las islas habría enfurecido a las compañías rivales, que también habrían participado de la licitación, que son Lockheed Martin y Thales Group.

El sistema es capaz de rastrear la dirección en que viajan los misiles y disparar para interceptarlos a la máxima altura posible, utilizando métodos que reducen la cantidad de escombros que quedan para caer al suelo.

Además, puede saber también si un misil se dirige a un área abierta donde hará un daño mínimo y puede optar por no tomar ninguna medida.

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